martes, 29 de abril de 2025

queridísimo lector:

en días como estos tengo muy presente tu recuerdo. no es preciso y claro, sino más bien desdibujado y volátil. como el reflejo de un árbol en aguas turbulentas o la marca en el papel después de borrar un trazo hecho con lápiz. es agridulce, pero me acuerdo de ti y entonces te echo de menos. recordar viene del latín "recordari", formado de re (de nuevo) y cordis (corazón), volver a pasar por el corazón. te vuelvo a pasar por el corazón varias veces y pienso en ti como algo bueno que me pasó alguna vez. quizá se me escapan un par de lágrimas pero son prueba de que he amado, muchas veces creo que he amado como nadie ha amado nunca, pero mucha gente ha amado mucho y no sé si mi amor es siquiera comparable (¿y por qué debería serlo? es amor de todas formas). es lo único que tengo y te lo he dado pero tú no lo ves de la misma forma. 

echar de menos también es una forma de querer, y en la ausencia sigo queriendo y queriendo. no hace demasiado tiempo, pero ya no recuerdo cómo se sentían tus besos y me he quedado con el tacto de tus manos frías en mi cara y no son cálidas como yo pensaba que eran o solían ser. ahora son frías y me enfrían y te sigo echando de menos pero ya no te necesito. quisiera protegerte y prometerte que todo va a estar bien y cuidarte y convertirme en una especie de ser omnipotente que asegure tu felicidad. te mereces todo el amor del mundo. ojalá poder dártelo. soy egoísta pero en el fondo deseo que las flores te hagan pensar en mí, que en los amaneceres busques mi mirada y que me encuentres en las cosas que te hacen feliz, alma imperfecta. 

pese a todo, te sigo queriendo.

siempre tuya,

sábado, 12 de abril de 2025

no es casualidad que todas las cosas bonitas que veo me recuerden a ti. pensar en tu olor, tus ojos, tu pelo, tus manos, tu piel y tu voz se ha convertido en mi pasatiempo favorito. es imposible sacarte de mi cabeza, aunque creo que tampoco tengo ganas de hacerlo. me es imposible no echarte de menos inmediatamente después de despedirme de ti. ahora mismo te echo de menos y no se me ha ocurrido nada mejor que hacer que escribirte esto, cosa que no leerás jamás. esta es mi forma de quererte en bajito, sin molestar ni hacer ruido. 

no lo sabes, pero esta noche te he estado mirando un rato mientras dormías, y no podía parar de pensar en lo mucho que me gustaría hacerlo a menudo. tampoco sabes que, aunque nos pasemos horas besándonos, me pasaría días enteros haciéndolo. me pregunto muy a menudo si en algún momento de tu día tú también te acuerdas de mí, si te entran unas ganas insaciables de besarme o de abrazarme como me pasa a mí contigo. ¿a ti también se te atragantan las palabras y te martillean la garganta pidiendo salir? ¿también te mueres de ganas de decirme que me quieres y que te estás enamorando de mí cada vez que me miras a los ojos y sonríes y me dices que soy muy guapa y que te gustan mis ojos? me resulta fascinante que existas y que hayas llegado a mi vida. 

no he cambiado las sábanas para poder sentir tu olor también esta noche, aunque ya no estés a mi lado. es muy probable que sueñe contigo, igual que llevo haciendo desde que te conocí. te quiero y te pienso y lo pienso con mucha fuerza y muy alto con esperanzas de que llegue hasta ti.

miércoles, 2 de abril de 2025

si pudiera meter en un frasquito todas las lágrimas que he llorado y pudiera sacar todo el hilo hecho nudos que tengo atrapados en la garganta y pudiera encapsular todo el frío que tengo en los huesos en una caja lo haría. me gustaría saber qué me dirían, qué pensaría yo al ver una de las muchas formas de mi dolor expuesta de esa forma. objetos colocados en fila sugieren que ya no me pertenecen, al menos no de esa forma. me pregunto si sin las lágrimas vería más claro o sin el nudo en la garganta se escucharía mejor mi voz o sin el frío pudiese permitirme sentir los brazos del sol rodeándome en lo que parece un abrazo. 

aún así, el sol no es suficiente y tengo que seguir cargando con todo esto que todavía me pertenece. de las pocas cosas que me pertenecen y no las quiero para nada y no me sirven para nada. intento hacer un refugio en todo eso, una especie de burbuja que me mantenga segura y a salvo de todo (todo. ¿qué es todo?). en días como estos lo único que pido es un abrazo y algún tipo de "mano salvadora". soy paciente conmigo misma y me doy el espacio que me merezco, intento no castigarme y cuidar de mí pero estoy cansada. no quiero cuidarme más. quiero estrellarme y convertirme en polvo y que alguien reúna toda una montañita de mí y me recomponga poco a poco y con cuidado. quiero que me vean llorar y romperme en el pecho de alguien. quiero sentirme completamente indefensa y vulnerable y que me sanen desde dentro hasta fuera, cada parte de mí trozo por trozo por trozo. estoy harta de cuidarme. mis manos no son mías y anhelan recorrer los mechones de otro cabello y la piel de otro cuerpo y la suavidad de otra cara. creo que así me sentiría en paz. poseer y ser poseída pero como quien posee y guarda una vieja carta de amor o las fotos de cuando era pequeño. cuidar y ser cuidada como cuando paseas por el césped y vigilas el suelo, no vaya a ser que pises una flor, ella también ha nacido para estar aquí y observar el cielo. que alguien se acuerde de mí y haya acomodado un pequeño rincón de sus pensamientos con mis muebles y cosas favoritas, para tenerme ahí siempre. 

vuelvo a soñar con ser lo suficientemente especial para alguien, al menos para ser considerada en sus planes. vuelvo a soñar con que alguien me diga que me quiere desde lo más profundo de su corazón, poder volver a pensar que valgo la pena y que puedo ser útil y que merezco aprecio y paciencia igual que todo el mundo. que quizá no soy tan mala persona como pensaba. que quizá puedo ser mejor por y para alguien. vivir no está tan mal pero sigo sin entender qué gracia tiene si no puedo amar a alguien.

dar vueltas en mi habitación me marea pero al menos soñar aún es gratis y el sol me saluda por la ventana pero le doy la espalda porque no tengo forma de salir de aquí, no sin mi frasco y mi nudo y mi caja.

lunes, 24 de marzo de 2025

creo que esta noche he vuelto a soñar contigo. odio despertarme y recordar solamente tu presencia, tu mirada y un lejano recuerdo de haber estado juntos un rato más. no consigo recordar nada más que eso. sé que eras tú porque me desvelo en mitad de la noche o me despierto por las mañanas y siento como si me hubiesen estado dando un largo abrazo, de los que calientan en una noche extrañamente fría. me gustaría acordarme de absolutamente todos los detalles, del brillo de tus ojos y la suavidad de tus labios y cada poro de tu piel, de la suavidad de tus manos y de tu olor y tu voz y tus palabras. me gustaría poder guardar todo eso en una cajita y no separarme nunca de ella, llevarla a todas partes como una especie de trofeo: ¡me quiere! 

salgo a la calle sabiendo que guardo una especie de secreto. toda esta gente no sabe lo que siento y yo me lo guardo como si alguien me lo fuese a arrebatar pero es mío mío mío, aunque hasta a mí me cuesta creerlo. empiezan a caer las primeras gotas de lluvia del día a la vez que salen las primeras flores del año y el viento poco a poco huele a primavera y el sol todavía no calienta todo lo que me gustaría pero llevo ese secreto conmigo y lo tengo bien escondido y me sirve de radiador. intento no sentirme mal e intento pensar que me lo merezco y que no estás loco por haberte fijado en mí y por preocuparte. sea lo que sea, vivir constantemente con un sentimiento de culpa tampoco está tan mal porque hace que le quite peso a las cosas (no pasa nada, probablemente (me) tenía que pasar). no quiero asustarte, quizá sería mucho decir que me estoy empezando a sentir bien gracias a todo esto. que nuestro pequeño amor es paralelo y coincidente con el florecimiento frágil que va a perfumar la ciudad de calor y de abrazos. besémonos hasta que los rayos de sol empiecen a entibiar las pieles de cuerpos helados. 

encontraré la paz entre prímulas, mimosas, pensamientos y nomeolvides.

viernes, 21 de marzo de 2025

 feliz inicio de la primavera y felicidades por haber superado el tortuoso invierno. vienen cosas buenas. :)